El alemán Lukas Podolski, actualmente en el Galatasaray turco, expresó ayer su agradecimiento a la Federación Alemana de Fútbol (DFB), sus compañeros y a la afición, ante el “emocionante momento” de decir adiós a su selección.
“Han sido 13 años con muchos momentos positivos. Qué puedo decir, sino muchas gracias”, afirmó el jugador, quien hoy disputará su partido 130 como internacional, en el amistoso contra Inglaterra, en la ciudad de Dortmund, que será su despedida en casa.
El veterano delantero compareció ante los medios junto al seleccionador germano, Joachim Löw, quien lo incluyó en su convocatoria para el clásico europeo, al que seguirá el encuentro contra Azerbaiyán, la próxima semana, por las Eliminatorias para el Mundial 2018.
La despedida de Podolski, de 31 años y de origen polaco, sigue a la de su mejor amigo en la selección campeona del mundo, Bastian Schweinsteiger, quien el pasado agosto dijo asimismo adiós al conjunto nacional.
Ambos formaron durante años un dúo de incondicionales “animadores” o chistosos habituales de la selección, de los que parecía depender el buen humor del conjunto, jugaran o no.
Con la retirada de Podolski prosigue el recambio generacional de la “Mannschaft”, proceso que fue iniciado por el capitán Philipp Lahm, quien en 2014 se despidió como internacional casi inmediatamente después de ganar la Copa del Mundo en Brasil, contra la Argentina.
Acabó la “era Podolski”, en la que el jugador disputó 129 partidos y anotó 48 tantos con Alemania.
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