El ex futbolista alemán Franz Beckenbauer insistió, en una entrevista que publicó ayer el dominical “Bild am Sonntag”, en que la sede del Mundial 2006 no se obtuvo pagando sobornos y dio algunas explicaciones sobre los pagos dudosos encontrados por una investigación.
Esta indagación llegó a la conclusión de que no existen pruebas de una compra de votos pero que esto tampoco podían descartarse; además, registró algunos movimientos de dinero extraños a través de una cuenta de Beckenbauer.
En la entrevista con “Bild am Sonntag”, Beckenbauer se refirió a un giro de 10 millones de francos suizos realizado desde una cuenta, que tenían conjuntamente él y su asesor Robert Schwann, con destino a una empresa qatarí, propiedad del ex funcionario de la FIFA, Mohamed bin Hammam, suspendido de por vida por corrupción.
Beckenbauer aseguró, en primer lugar, no haber conocido nada de ese giro –lo que es puesto en duda en la investigación– y explicó que Schwann, ya fallecido, se encargaba de buena parte de sus asuntos.
Además, repitió la versión de que el giro realizado era una garantía para que la FIFA le diera a Alemania una ayuda de 250 millones de euros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario