El técnico Josep Guardiola atribuyó la nueva derrota sufrida hoy por su Bayern Múnich a la temprana expulsión del arquero Pepe Reina y pidió "calma" para la vuelta de semifinales de Liga de Campeones ante el Barcelona.
"No fue fácil jugar 80 minutos con un hombre menos después del partido en Barcelona", dijo el entrenador tras la derrota por 1-0 en Múnich frente al Augsburgo, en la que Reina vio la roja directa por frenar como último hombre a Raúl Bobadilla en el minuto 13.
La expulsión del arquero suplente hizo entrar a Manuel Neuer, único titular reservado hoy por Guardiola, y recargó a un equipo golpeado por numerosas bajas y por el traspié anímico de verse goleado por 3-0 en Barcelona en la ida de semifinales de Liga Europa. La vuelta se jugará el martes.
"No tenemos más jugadores para jugar con amplitud, lo que obliga a nuestros defensores a atacar. Estoy muy orgulloso de los jugadores", señaló el español, que según los sitios de estadísticas encadenó hoy una cuarta derrota consecutiva por primera vez en su carrera.
El campeón alemán afronta ahora el desafío de remontar tres goles ante el Barcelona en el partido de vuelta el martes, una posibilidad que la prensa alemana califica de "milagro" y que el propio Guardiola reconoce difícil.
"Si el martes nos concentramos sólo en marcar goles, perderemos como nos pasó el año pasado ante el Real Madrid", dijo recordando la semifinal que el Bayern perdió por un global de 5-0. "Tenemos que mantener la calma, controlar nuestro juego y ver qué pasa".
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