La falta de definición preocupa a los alemanes

El entrenador de Alemania, Joachim Löw, no se marchó del todo contento del estadio Parque de los Príncipes tras la victoria de su equipo frente a Irlanda del Norte. ¿El motivo? La escaza efectividad que tuvieron sus dirigidos ante el arco rival, ya que los germanos pudieron irse con una goleada a favor, pero terminaron errando demasiado.

Fueron al menos 15 ocasiones claras para anotar, de las cuales Mario Gomez convirtió el único tanto del partido en la primera etapa (29’). Antes de eso, los actuales campeones del mundo ya habían gozado de cuatro chances para marcar, pero Müller, Gotze y Özil no pudieron concretar frente al arquero McGovern.

Los teutones fueron totalmente superior es en la cancha, pero no pudieron traducir esa supremacía en goles, por lo que terminan la fase de grupos con apenas tres, de los cuales dos se marcaron en el debut frente a Ucrania. Tras cada fallo, el DT no podía ocultar su fastidio, tanto así que mandó a la cancha a Schürrle para darle más dinámica a la ofensiva, pero no sirvió de mucho.